Rumania fue una sorpresa para mí por sus paisajes verdes montañosos y por sus preciosas ciudades medievales como Sibiu y Sighisoara. El objetivo del viaje era visitar los monasterios pintados de Bucovina, reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad por sus impresionantes frescos de temática religiosa.
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| Monasterio de Bucovina |
El recuerdo de Bucarest es una ciudad oscura y triste en contraste con los llamativos colores de las zonas rurales. Sin embargo, la ciudad estaba viva de literatura y a cada paso había librerías repletas de libros antiguos y usados. Mucha literatura y poco consumismo, por lo menos en el año 2006.
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| Librerías de Bucarest |
Como en una historia de magia y fantasmas visité la ciudad de los ojos, Sibiu. Esta ciudad de Transilvania se caracteriza porque sus tejados tienen ventanas en forma de ojos. Allí donde mires la ciudad te mira. Si viajas en solitario te sentirás acompañado siempre.
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| Los tejados de Sibiu |
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